martes, 18 de octubre de 2011

Ansiedad vespertina

Pues si, he identificado (desde hace tiempo, de hecho) que mi punto de mayor ansiedad, donde NO PUEDO CONTROLARME son las tardes, por ahí de las 6 pm mis nervios se descomponen, no puedo pensar mas que en comer, comer, comer! Lo que sea... literal.
Puedo comenzar el día bien, la mañana la paso prácticamente sin probar bocado (últimamente solo con un jugo verde, ese con jugo de toronja, piña, apio, nopal y perejil). Cerca de las 2 pm empieza a darme hambre, pero fácilmente puedo ignorarla, todo  bien. A la hora de la comida (cerca de las 3 pm) como razonablemente, la mitad de la ración a la que estaba habituada, de nuevo, todo bien. Sin embargo a lo largo de la tarde, empiezo a sentir, no hambre (para nada) sino una ansiedad brutal: me pongo neurótica, de pésimo humor, lo único que pasa por mi cabeza es la caja de galletas en la alacena o el bote de helado en el congelador (el porqué están ahí es otro asunto). Se me traba la mandíbula, y ya! Lo único que hago es correr a comer cualquier cosa que se atraviesa en mi camino!
No entiendo porque no soy capaz de controlarme, de verdad. En esos momentos olvido todas mis convicciones y me convierto en una maquina devora-todo. Obvio, después me siento asquerosa, una perdedora en toda la extensión de la palabra. Ya no vomito, no me atrevo, después del infierno que viví hace algunos años, ahora me lo pienso, ya no quiero utilizar métodos compensatorios.
Ahora necesito controlar mi ansiedad, no hay de otra. Pero ¿cómo? No tengo idea. Buscar una actividad que me mantenga fuera de casa hasta que sea la hora de dormir, pero hay otros factores que me lo impiden. Necesito concentrarme, canalizar la ansiedad, no se, algo que me calme.
Bah! El control lo he perdido y parece tan difícil de recuperar que a veces quisiera darme por vencida. Pero esta es mi vida, darme por vencida sería salir de aquí... y ya no puedo darme ese lujo.


lunes, 17 de octubre de 2011

Cuando te vas...

Cuando te vas me queda la sensación de que el tiempo que estuviste conmigo fue tan corto que desearía no haber desperdiciado el tiempo durmiendo, para poder observarte y absorberte, olerte y saborearte, atraparte entre cada fibra de mi ser para sentirte cerca aunque no estés aquí.
Las despedidas son tan abruptas, en medio de la madrugada, que pasa un tiempo hasta que cada célula de mi cuerpo es perfectamente consiente de que ya no estas: la sangre fluye mas lento, la piel pierde sensibilidad, y de pronto el cansancio acumulado durante días se hace tangible, y entro en una especie de letargo hasta que vuelves a estar a mi lado, y mi cuerpo despierta de nuevo.
No quisiera decirlo, pero soy menos yo cuando no estas aquí. Soy como una estrella que ha perdido la mitad de su luz. Te amo tanto que no quiero necesitarte, quiero ser capaz de vivir sin ti para poder amarte sin egoísmo, solo porque sí, solo por ser tu.
La madrugada avanza y ya no puedo dormir: sal de mi cabeza! Y es que dormir no es lo mismo sin ti. Pensamientos, recuerdos, vagas sensaciones se agolpan en mi mente y me mantienen alerta, reteniendo tu presencia virtual en mi habitación. No quiero que desaparezcas.

sábado, 15 de octubre de 2011

Hola! Soy Juliet, y no se quien soy...

Bueno, aquí estoy, con un lienzo en blanco. Así es, borré todo lo que un día fue mi Blog. ¿Porque? Porque ya no soy la persona que era entonces y no quiero volver a serlo. Además, ahora estoy en el punto de salida del camino que espero me llevará por fin a entenderme y aceptarme, así que ¿que mejor representación de mi ahora que una pagina (o Blog) en blanco?
Después de casi un año sin publicar nada y prácticamente sin pasarme por aquí, tendría que contarles que tantas cosas han cambiado en mi vida a pesar de que muchas otras siguen igual. Soy un poco más feliz, pero la depresión no me ha abandonado del todo (quien sabe si algún día lo hará), ya no me siento tan sola, aunque se que nadie me comprende como ustedes, dejé de tratar de controlarlo todo, pero eso solo me causó una terrible ansiedad y de ahí un sobre peso de terror. Si, 1 año después, 15 kilos después y aún sigo soñando con ser flaca.
La vida da vueltas, y podemos cambiar, pero lo esencial se mantiene. ¿Significa eso que mi esencia es inconforme y perfeccionista? Supongo que si. Ok, ya lo acepté, ¿y ahora? ¿que sigue? Por mi parte lo que necesito es retomar el control de mi vida, de mi alimentación, de lo que no como, de lo que entra en mi cuerpo. 
No me he rendido y quiero creer que eso ya vale algo, pero igual sigo creyendo que mi valor real se verá solo cuando pueda llegar a MI peso ideal.